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¿Y si lo hacemos al reves? Definamos lo básico


Una de las constantes en las últimas "tuitversaciones" sobre el ejercicio profesional tanto si hablamos de cuestiones clínicas como de distribución y organización de recursos que tanto los puestos de trabajo singularizados para la práctica avanzada como las especialidades están escasamente desarrollados.

Se atribuye a esta falta de "despliegue" de las capacidades de la profesión tanto peso en todas sus facetas que bien parece que no hay actividad profesional que pueda reconocerse si no es "especializada" o "avanzada".

Ya en este blog hemos comentado que en esa carrera hacia adelante de la especialización se ha caído en el error de imitar a otros con similares problemas de "roce" y también hemos mostrado que lo que llamamos "compuesto de habilidades" (skillmix) tiene un papel esencial en la aparición de eventos adversos.

Tras darle vueltas (en concreto 100 a la piscina de 25 metros) he caido en la cuenta de que lo que nadie hace es definir cual sería el puesto de trabajo básico, el cimiento de todo ese edificio de capacidades y, también hay que decirlo, títulos e ínfulas.

Creo que para acertar con tal definición la "prueba del algodón" sería:
¿Puede tal puesto ser ejercido por un profesional recién titulado sin un incremento significativo del riesgo de eventos adversos (ligados al cuidado) y con seguridad física y mental para el propio profesional?
Hagan sus propuestas y ampliaremos esta entrada con el debate.

7 comentarios:

  1. Buen punto, Salva. Mi opinión: yo tardé algunos años en atreverme a firmar mis cosas como "sociólogo". Lo he visto en mi archivo, hasta cierto momento (unos cinco años) firmaba como "licenciado en sociología".
    Por poner otro ejemplo práctico: Hay cientos de enfermeras que estudiaron en su momento la licenciatura en antropología, por motivos académicos prácticos, pero algunas/os firman como "enfermera. Licenciada en antropología" y otros como "enfermera y antropólogo". ¿Ejercieron como antropólogos? Ellas/os sabrán, pero en su mayor parte, ni de coña. Hay una enorme diferencia entre la titulación y la capacitación para la práctica autónoma.
    Para llegar a ser "enfermera" o "sociólogo" y saber encarar un puesto básico como tal, uno necesita mentoría, aprendizaje posgraduado y sobre todo práctica profesional. Si confías en que un profesional atienda una planta de cirugía, una residencia asistida o un cupo de pacientes crónicos, no puedes soltar sin más a los recién egresados... salvo si lo que quieres es un batallón de walking-dead, con cuerpo pero sin cerebro. Y creo que eso es lo que quieren (o pueden) la mayor parte de los gestores. Mal rollo
    Y los "líderes", ¿no se enteran o no quieren enterarse?
    Un abrazo

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  2. Igual me pongo demasiado abstracto, pero... ¿podría ser que las enfermeras estemos condenadas (en el mejor de los sentidos) a ser tan líquidas y flexibles?

    Lo que parece una debilidad podéis ser previamente nuestra fortaleza, con la debida formación (oficial, formal o informal) que requiera cada puesto.

    Es que estaba pensando en la Enfermería líquida (inspirado por Bauman, que falleció en enero de 2017). Él hablaba de modernidad líquida, y las enfermeras parecemos obligadas a ser flexibles y/o fluidas (líquidas) al tomar nuestras decisiones, formar nuestras estructuras e incluso desarrollar nuestros comportamientos.

    No sé, es una idea.
    ¡Gracias por hacernos pensar!

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  3. El cuestionamiento de la competencia de un recién graduado/a enfermero/a para desarrollar su actividad asistencial ha sido desarrollado durante todo el verano (y no es que sea la primera vez que llegan "nuevos"). A nivel académico se cuestiona la competencia del profesional, el programa curricular (Dr. Jose Luis Medina ha trabajado bastante), la orientación de las investigaciones, las teorías enfermeras desarrolladas e incluso la especulación de los investigadores. Tal nivel de cuestionamientos tiene serias consecuencias, pues alimenta un estado de incertidumbre que no nos lleva a ninguna parte (James Dickoff).
    En mi opinión, no es cuestión de aumentar la formación previa a la incorporación laboral si no de gestionar mejor los recursos: turnos de reciclaje (cuando te cambian de especialidad quirúrgica), días de formación (que estás en servicios de menor carga asistencial y manejo básico), planificación de turnos salvaguardando la presencia de un enfermero/a experta o antiguo en el servicio...esas cosillas.
    Por otro lado, hablamos de recién graduados/as pero OJO, no se nos olvide que hay una gran mayoría que es cambiado de servicio y de hospital (según contratos) y que los primeros días estamos perdidos. La especialización está intentando dar solución a este problema (enfermero/a "con años" que se cambia de servicio). Desde mi punto de vista, se está desarrollando hacia la tecnificación de los cuidados/modelo biomedico.
    Estoy de acuerdo con Meijome, definamos la base y gestionemos valorando el conocimiento enfermero (no reduciéndolo a la simple realización de las tareas (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/m/pubmed/8288293/)
    Este es mi grano de arena.
    Gracias por dar espacio al debate.
    @perezfuilleratn

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  4. Hola; dejar constancia aquí también de mi agradecimiento por los comentarios.
    En efecto el problema de la competencia para determinado puesto de trabajo en cuidados puede tener otras ramificaciones como la que señala Natalia fruto de procesos de movilidad interna (voluntarios o no); en nuestro trabajo sobre dudas en el manejo de fármacos quedó reflejado: "Los repuntes de la frecuencia de las dudas en los tramos con mayor experiencia profesional (de 9 a 15 años y de 16 a 25 años) y la ampliación del intervalo de confianza en las edades superiores a 45 años (figura 4) combinados con las mayores frecuencias de dudas manifestados por las enfermeras con menos experiencia en su ámbito de trabajo actual creemos que señalan la existencia de un problema de adaptación a nuevos puestos de trabajo (por movilidad interna o traslado a otro ámbito) que puede repercutir en la seguridad del manejo de la medicación... (sic) Pensamos que ... se debe hacer un esfuerzo por incluir en los períodos de adaptación de los profesionales de nueva incorporación la evaluación sobre la competencia en el manejo de medicación y la mitigación de las posibles deficiencias detectadas."

    Concuerdo en señalar que la especialización parece orientarse hacia una tecnificación alineada con un modelo biomédico que está en revisión.

    Y también confirmo que la respuesta a esta alambicada cuestión debe poner en alerta al mundo académico y no sólo al gestor.

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  5. Definir el trabajo básico de una enfermera,no es fácil, primero porque depende de que ámbito hablemos (primaria, especializada, Suap, 061) y en qué CCAA ( no todas tienen mismos recursos ni humanos, ni materiales). Puntualizando esto y de manera general, es tanto lo que hacemos en supuesto nivel básico que enumerarlo parece complicado. Profesionalmente es hospitalización donde más años he pasado y paso y de ellos 5 de correturnos en un hospital de referencia dando cuidados mayoritariamente en plantas quirúrgicas y UCI, lo que me ha dado una visión generalista y real. Estoy con Juan en que la experiencia y el rodaje junto a la formación posterior es lo que crea solidez y cimientos. Una cosa es la teoría y otra cosa es poder ejecutarlo en la práctica. Sentir la responsabilidad del peso de unos cuidados vitales que tú paciente precisa, enfrentarte al trabajo diario, organizar, preparar medicaciones, dispensarla, pasar visita, revisar órdenes medicas, comprobar que tus pacientes están atendidos y tienen cerca lo que precisan, revisar sus dietas, modificarlas si fuera necesario con llamada a cocina incluida, curar heridas quirúrgicas y crónicas si se precisa, revisar vías venosas y realizar sus cuidados, lo mismo con sondas nasogastricas, vesicales, ureterostomias, ostomias, tubos torácicos y todo lo que tengan nuestros pacientes para mejorar y recuperar su salud.
    Los recién titulados, como todos, precisan periodos de aprendizaje y adaptación para el desempeño de funciones son un incremento significativo del riesgo de eventos adversos; para ello es bueno los contratos largos sin movilidad continua por diferentes servicios, con apoyo institucional en formación continuada relacionada con lo que trabajamos, generando una mejora continua de competencias y si sumamos apoyo de compañeros veteranos, el resultado puede ser muy rápido y bueno, todos sumamos, es cosa de todos, por y para el paciente.

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  6. nuetra profesión quizás carece de un esquema de residencia o pasantía o como quieran llamarle, donde logre orientar su saber, y adquirir experiencia para desempeñarse en cualquie área intra o extra muro.Luego si desea otro sector vuelve a realizar su formación u orientación pero desde un lugar formativo asistencial, que sean políticas profesionales, y así aumnetara la calidad de los cuidados a los pacientes en cualquier nivel.un saludo liliana

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